Sobre la Hernia Inguinal y Laparoscopia

REPARACIÓN LAPAROSCOPICA DE LA HERNIA SIN TENSIÓN
CURACIÓN CON TECNOLOGÍA AVANZADA
¡¡¡ Recupera el control de tu vida !!!

¿QUÉ ES UNA HERNIA?

La hernia típica es una dilatación o desgarro de la pared abdominal que permite al recubrimiento interior del abdomen ejercer presión y formar un saco. El saco de la hernia puede producirse desde el nacimiento o durante el transcurso de la vida debido a esfuerzos repetidos.

Existen diferentes tipos de hernias, pero la inmensa mayoría aparecen en la zona de la ingle, ombligo y en las zonas donde existe una herida quirúrgica, una incisión por una operación anterior que ha cicatrizado de forma incorrecta (infecciones tras la cirugía, seromas, etc.).

Una forma sencilla de entender lo que es una hernia es imaginarse un neumático: cuando se pincha, la cámara sobresale por la apertura y va creciendo y rompiendo cada vez más la rueda. De igual forma, la hernia surge cuando un órgano otejido sobresale a través de un agujero anormal de nuestra barriga.

¿CUALES SON LOS SÍNTOMAS MÁS COMUNES DE LA HERNIA?

Las hernias se suelen reconocer fácilmente. La persona tiene dolor o molestias al levantar objetos pesados, al toser o al esforzarse mientras orina o defeca. También puede notar un bulto bajo su piel, que a veces se trasmite al testículo.

Es decir, no puede hacer su vida normal sin miedo a notarse el bulto en la ingle y necesita apretarse con la mano para mantener la tripa (el contenido del saco herniario) en su sitio, dentro del abdomen.

¿EN QUE CONSISTE EL TRATAMIENTO?

La única manera de curar una hernia es por medio de la cirugía. La reparación de la hernia elimina el dolor y evita los problemas serios que pueden llegar a causar si no se corrige y pasa mucho tiempo.

La cirugía debe hacerse sin demora para conseguir tres objetivos:

1) evitar las graves complicaciones que puede causar una hernia no corregida a tiempo (obstrucciones, peritonitis… mortalidad),

2) evitar que el defecto se haga más grande y cada vez más complejo de curar de forma definitiva, y

3) recuperar una vida activa normal sin miedo.

HABLEME DE LAS OPCIONES

Usted ya sabe que la hernia es la salida de un órgano o tejido a través de una abertura anormal de la pared abdominal. Para reparar la hernia hay que cerrar por cirugía dicho defecto y toda la zona debilitada. Existen varios tipos de procedimientos quirúrgicos para tratar las hernias. Les vamos a comentar dos: la reparación abierta sin tensión y la laparoscópica.

Cirugía abierta sin tensión

Es la más habitual pero no todos la saben realizar con la misma “perfección”. Puede hacerse con anestesia local (el paciente permanece despierto) sin necesidad de dormir al paciente y sin ingreso, en unas horas se va a su casa y recupera su actividad. Necesita una incisión de unos 6-10cm para poder controlar el saco y colocar una malla que se fija sobre los tejidos sanos. La malla debe ser bien elegida, muchas mallas baratas pueden causar problemas y no se adaptan bien a la zona pudiendo rechazarse (hay muchas mallas actualmente y debería conocer cual le van a poner en su cuerpo para siempre). La malla puede fijarse con puntos de sutura que a veces lesionan los tejidos y nervios (pueden causar dolor por la inflamación) o con un adhesivo tisular (pegamento) que evita los problemas de tensión en los tejidos.

Todas las variables, ventajas y desventajas deberían ser consideradas antes de dejarse operar. ¿Se las ha explicado su cirujano?

Reparación Laparoscópica (mínimamente agresiva)

Es una opción que precisa una alta tecnología y se hace mejor con una anestesia general perfectamente controlada por un experto (anestesista). El acceso a la hernia se hace mediante 2 pequeños cortes de 0.5cm y uno bajo el ombligo de 1cm. El laparoscopio es un pequeño telescopio de fibra óptica conectado a una cámara de vídeo y controlado con un monitor (pantalla de televisión). A diferencia de otros tipos de laparoscopia, como la que se hace en las piedras de la vesícula que se entra en la barriga, la reparación de la hernia se hace mediante unos dispositivos especiales que crean un espacio por debajo del músculo, sin entrar en el abdomen, y sin necesidad de romperlos.

Como esta técnica no requiere incisión grande y no rompe los músculos, es menos dolorosa que la opción abierta y la recuperación es más rápida.

Es la opción ideal para pacientes que deben regresar pronto a sus actividades normales.

Es la mejor cirugía para los deportistas.

Es más beneficiosa en los paciente con hernia bilateral (de los dos lados) o cuando ya ha fallado una cirugía anterior.

Cada persona precisa una opción a su medida, según sus problemas (enfermedades, obesidad, etc.) y tipo de hernia. Su cirujano debe sugerirle el procedimiento quirúrgico más adecuado a su caso personal.




Resultado estético de la técnica laparoscópica, y de la abierta en una hernia bilateral.

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